Una familia crea una empresa familiar que se convierte en marca que, es una historia que no deja de contar, siempre está contando. Esto es la marca de una empresa familiar.
Muchas veces me preguntan sobre nuestra metodología a la hora de trabajar con la empresa familiar.
Es cierto que existe una metodología pero para poderla llevar a cabo, primero necesitamos entender y poner en claro algunas de las patas importantes de la marca de una empresa familiar.
Hablamos de la estrategia, los valores, la historia, el equipo, el mercado, los competidores pero especialmente, aquel que está comprando o queremos que compre los productos que ofrecemos…
Estos son los puntos importantes para tener en cuenta, mucho antes que empezar a trabajar en diseño de logotipo o packaging, en la página web, redes sociales o el posicionamiento online.
Después de muchos años trabajando codo con codo con vosotras, las empresas familiares, hemos intentado resumir estos puntos clave para vuestras marcas y así ayudar a conectar mejor con vuestros clientes, los de ahora pero también los del mañana. Una conexión que empieza a partir de vuestra historia y vuestros valores. Ese saber hacer que sólo tenéis vosotros y queda patente en todo lo que hacéis. Al fin y al cabo, todo esto es muy importante cuando hablamos de vuestra marca.
Estrategia de marca. Trabajarla con cariño es una garantía de éxito para la marca. En cambio, definirla es una de las tareas más difíciles para la empresa familiar.
Muchas empresas familiares piensan que trabajar en la estrategia de la marca es solo para empresas grandes, multinacionales, con sedes en diferentes países pero… ¡NO!
Nuestro trabajo, desde Mesaparaocho (con el apoyo de Encerta Estrategia), consiste en transmitiros la importancia que tiene para vuestra marca, ya que gracias a la estrategia de marca podemos poner sobre el papel cuál es el propósito y el rol que tiene la empresa en la sociedad.
Parece muy romántico pero estoy convencida que cada marca tiene un rol importante en nuestro mundo. La estrategia de marca nos ayuda a definir quién es el comprador (o diferentes compradores) de nuestra marca. Sin embargo, la definición de un rol y del consumidor carece de fuerza si no somos capaces de plasmar que es lo que hace única a la marca, sus valores, su personalidad, los beneficios que aporta, tanto desde un punto de vista emocional como también racional.
En definitiva, la estrategia de marca va a ayudar a vuestra marca para:
- Conseguir coherencia en los mensajes que se dan (no olvidemos el interno)
- Tener claro lo que es importante para el negocio y para el cliente.
- Apoyar e ir de la mano con la estrategia comercial.
- Ayudar a eliminar la subjetividad en las decisiones.
- Consistencia y coherencia en todo lo que hacemos y comunicamos.
Si vuestra marca transmite correctamente el mensaje porque comprende y ha verbalizado las necesidades de los clientes, conectará mejor con ellos. Con ello, logramos crear una conexión emocional y ya sabemos que el 85% de las decisiones de compra se toman de forma inconsciente, movidas por las emociones.
A las personas nos gusta escuchar las historias sobre los inicios de la empresa familiar.
Si, la historia y los inicios de una empresa familiar es lo que marca la diferencia con muchas empresas que están en el mercado y carecen de historia emocional. A las personas, nos gusta conocer y participar de historias de empresarios, fundadores, personas que han creado su marca de la nada.
Recordando los inicios en un garaje, en un pequeño local… de la nada, sin demasiado dinero pero con muchas ganas y teniendo un fin, un propósito, una razón por la que una fuerza interna vibraba para crear algo propio, algo diferente, algo en lo que creer, defender, luchar por ello y llegar al mundo.
Hay muchas marcas sin historias y si algo tenéis la empresa familiar, son historias, sólo queda saberlas contar desde vuestro yo más interno para que la sociedad las conozca, se enamore de vosotros y vea que vuestra marca es diferente al resto por esa historia, por esos valores, por vuestros orígenes, lo que se ha conseguido y lo que se va a conseguir.
Los valores, son vuestros, forman parte del ADN de la empresa familiar pero… ¿La gente los conoce?
Estamos cansados de ver en todas las páginas web y presentaciones de empresa, un listado de valores genéricos que no transmiten nada.
Los valores de vuestra empresa son lo que nos definen, forman parte del ADN y ayudan a crear declaraciones que dan solidez a la marca.
No queremos valores en una lista, queremos trabajar los valores de vuestra marca para que, de manera creativa, se puedan trasmitir y llegar a los diferentes clientes y así conectar por lo que somos.
Nuevos fichajes intentan cambiar los valores de las empresas hasta que trabajando con la familia los recuperamos porque forma parte de ellos mismos, de su trayectoria y de los éxitos conseguidos.
Desde nuestro punto de vista, los valores son importantes para el día a día de toda empresa familiar. Vemos por qué:
- Aumentamos el compromiso del equipo.
- Si se trabajan coherentemente, intervienen en el crecimiento de la empresa.
- Crean un entorno laboral de unión, familiar, coherente a los valores en los que cree la familia.
- Nos sirven de guía a la hora de tomar decisiones.
- Los valores definen vuestra empresa y vuestra cultura.
- Nos ayudan a crear vínculos y relaciones con nuevos empleados.
- Con una actuación y comportamiento coherente a los valores de vuestra compañía, conseguiremos aumentar. el recuerdo de nuestra marca en la mente de los clientes.
Los empleados forman parte de la empresa y de la familia
Al incorporarse a trabajar en una empresa familiar, se establece una relación bidireccional: de la familia a la persona y a la inversa. Todo aquel que trabaja en una empresa familiar, acaba sintiéndose parte de la familia y si no siente este vinculo es que se ha equivocado de empresa.
Si bien es cierto que las empresas familiares tienen alguna particularidades que ya hemos comentado en anteriores ocasiones pero a su vez tienen una gran ventaja: creces, te involucras, vives el proyecto y con él, sus éxitos, ventas y reacciones positivas de los compradores y clientes en general.
Creemos a ciencia cierta que el personal es lo más valioso que tiene la marca familiar. Si, sois coherentes con los valores y la cultura de la compañía, todas las personas que forman parte del equipo serán los más fieles seguidores, apasionados y luchadores de la marca.
Una vez leí una afirmación que me encantó y la repito constantemente,
Como propietarios, invertimos constantemente en mejorar nuestro producto o servicio, operaciones comerciales, marca (a veces) y marketing, pero no podemos olvidar hacer un alto en el camino y asegurarnos que estamos invirtiendo en nuestro personal.
La empresa familiar a veces tarda en cambiar lo que siempre se ha hecho de un modo determinado, pero es importante adaptarse a las nuevas tendencias.
Las empresas familiares necesitan a las nuevas generaciones a su lado, en el día a día, para aportar una visión más joven, actual y quizás, más conectada con el público que está comprando el producto, mientras se mantienen también las raíces, la herencia y el propio legado.
Si queremos que la empresa mantenga esa cultura empresarial que hemos mencionado anteriormente, se debería involucrar a las generaciones que van a continuar en la empresa, por varias razones:
- Es la clave para mantener la cultura empresarial.
- Llevan consigo un nuevo pensamiento.
- Limpieza, creatividad, nuevas ideas
- Familiarizados con nuevos mercados.
- Dominio de nuevos lenguajes y tecnologías.
Y esa unión entre la tradición, origen, esencia con los nuevos aires, la juventud y la tecnología, se complementa a la perfección si la empresa confía en una persona o un equipo externo, con experiencia en otros sectores, con otras marcas para aportar una visión desde fuera, otras ideas y recomendaciones.
Pero, bajo mi humilde opinión, la empresa familiar no puede buscar ese apoyo exterior en personas que no vivan, que no sientan, respiren y vibren con vuestra empresa como lo hacéis vosotros y todo vuestro equipo. Debe formar parte también de esta familia. De vuestra familia.